

Determinados subgrupos de pacientes con infección crónica por VHB deben ser incluidos en programas de vigilancia para el diagnóstico precoz de carcinoma hepatocelular, que constituye en el momento actual la principal complicación de la enfermedad.

En todos los pacientes se debe evaluar el riesgo de progresión a enfermedad hepática avanzada y de desarrollo de carcinoma hepatocelular. El interferón-pegilado constituye una alternativa en pacientes con enfermedad hepática poco avanzada, pero su aplicabilidad es limitada por su baja eficacia y efectos adversos frecuentes. El documento de la AEEH revisa el tratamiento de la hepatitis B crónica y establece como mejor pauta la administración prolongada de un análogo de nucleós(t)ido con alta barrera genética a la resistencia (entecavir, tenofovir o tenofovir alafenamida). A pesar de que en los últimos años no se han producido grandes avances en el desarrollo clínico de nuevos fármacos para el tratamiento de la hepatitis B crónica, los cambios en la epidemiología, en el conocimiento de la historia natural, métodos diagnósticos e indicaciones de tratamiento aconsejan la actualización del documento de consenso de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) sobre el tratamiento de la infección por el VHB publicado en el año 2012. El espectro de la enfermedad crónica ocasionada por el VHB es muy variable y abarca desde el portador inactivo a pacientes con hepatitis crónica, cirrosis y carcinoma hepatocelular. No obstante, la migración procedente de países donde la prevalencia de la infección es alta contribuye a que en nuestro país la tasa esté aún entre el 0,5 y el 1%. La vacunación frente al VHB, introducida en España en la década de 1990, constituye el método más eficaz para reducir la incidencia de la enfermedad. La infección por el virus de la hepatitis B (VHB) continúa siendo un problema global de salud pública.
